Felices 67 ÍDOLO

A ver, master, genio de la vida, ÍDOLO de grandes y chicos, ícono del rock internacional, FELICES 67 AÑOS. A usted tengo que decirle que le debo mucho. Debe ser por allá, entre los años 2005 y 2006, cuando de a poco me fui incursionando en la buena música, y tengo que agradecerle, porque fue gracias a usted que ahora escucho lo que escucho. Su banda fue una de las primeras que escuché en mi vida (bandas de las buenas, obvio). Me acuerdo también en esa época, cuando iba a la casa de una muy amiga mía (Agus Sarros) y que con su papá decíamos que usted iba a ir a comer un asado a su casa y que iba a ir yo también… Qué buenos recuerdos. Pensar que junto a sus compañeros Brian Jones, Dick Taylor, Geoff Bradford, Ian Stewart, Keith Richards allá por 1962, fundaron lo que mucha gente (entre los que me incluyo) conoce como “La banda más grande del mundo”. Obviamente mucha gente no piensa como yo, pero debo dar aunque sea un motivo para reafirmar lo que digo. Es decir, usted es un precursor del rock ‘n roll, influenció a más de un centenar de músicos, su boca (con esos tremendos labios que tenía de joven) se convirtió en un ícono conocido mundialmente, por grandes, jóvenes y chicos. Muchos padres (no es mi caso) crecieron escuchando sus hits como Like a Rolling Stone, Satisfaction, Paint it Black y Sympathy for the Devil, para que después ellos le transmitan a sus hijos esa magia, ese hermoso arte que, definitivamente, marcó un antes y un después en la historia de la música. Qué mas decirle Mick, amé Bridges to Babylon Tour y no me importó que no fuera la formación original, sino, la que yo conocí de los Rolling Stones. Me encantó ese dvd, y por más que no fuera mío (sino de mi hermano), me encantó verlo, la presentación, las canciones… Todo. Demás está decir que me fascinó A Bigger Bang, más que nada la canción Streets of Love; me hizo cantar y me hizo soñar con tener un novio… JÁ. Pero me molestó no poder ir a verlos. Mi dios rockero me oiga, pero espero que un día pasen por acá, por Argentina. Me quedé con un poco de bronca por no poder ir a cantar con un ustedes ese febrero de 2006. Pero si llegan a venir, juro que sea como sea, voy a ir y a vivir lo que no pude esa vez, dejar el alma cantando con ustedes.

En pocas palabras, sus canciones son himnos reconocidos mundialmente, generaciones enteras agradecen haber llegado a usted, haber conocido esas hermosas melodías que hoy están dentro de la historia del rock ‘n roll para nunca ser borradas. El día que yo tenga hijos, le prometo, que les voy a hacer escuchar The Rolling Stones. Así no me salen torcidos, le digo que desde la panza voy a hacerles escuchar. Bueno Mick, creo que ya le dejé dicho todo. Donde sea que se encuentre en este mismo momento, quiero desearle el mejor cumpleaños a la mejor estrella de rock que pudo haber existido en el mundo. Un beso bien grande, desde acá.