martes, 21 de junio de 2011

La gente NO cambia!


¿Cuántas veces damos otra oportunidad esperando un cambio en la otra persona?¿Cuantas veces nos damos cuenta de que las segundas oportunidades en la vida no sirven?¿Cuánto tiempo más nos va a llevar darnos cuenta de que la gente no cambia? A la primera decepción, no te das cuenta, nadie, nunca puede darse cuenta al primer fallo. Hay otros que no quieren darse cuenta, pero ya al llevarse la pared puesta por segunda vez, a algunos se nos hace difícil pensar que se trató de un accidente… Por más que algún que otro despistado no se da cuenta, somos muchos los que no nos dormimos cuando estas actitudes comienzan a ser más notorias. Es por esto que, una vez más, me arrepiento como la más estúpida de haberle otorgado una segunda oportunidad -¿segunda? Tercera, cuarta, quinta, ya perdí la cuenta-, a alguien que, como estoy recapacitando, no lo merecía. Por otro lado, está el tema de la tolerancia, ya que, por ejemplo en mi caso, al observar a ese ente tan poco agradable para mi espacio, mi mente maquina deliciosamente un “Cómo te arrancaría las tripas con un sacacorcho de plástico para ponértelas de corbata, no te das una idea”. Pero, lamentablemente, tengo que aguantarme cada acción y/o pensamiento impulsivo para evitar cosas que en un futuro me perjudiquen.
Volviendo a la realidad, hay dos conceptos que a la hora de dar una oportunidad, o simplemente, ‘probar’ la calidad de una persona, estoy empezando a tener más presentes, ellos son:
- Si te gusta como soy bien, y sino, mala leche: NO, LA TANGA! Si no me gusta como sos, no me voy a joder ni me voy a hacer mala sangre, simplemente voy a pasar a ignorarte y voy a seguir mi vida normalmente, haciendo de cuenta que no existís.
- Ser feliz por no decepcionarse: Al no esperar nada de nadie (ya que son poquísimas las personas con las que puede contar uno hoy en día), es muy difícil decepcionarse, y es más fácil ser simplemente feliz con lo que uno es y con lo poco que tiene... Siendo así, voy a tener que empezar a implementar una filosofía bastante sencilla de un señor llamado William Shakespeare : ‘Soy feliz porque no espero nada de nadie. Esperar es preocuparse, y muchas veces puede ser para mal’.
Ahora, vení a decirme que soy una forra, pero para que lo sepas, tengo mis motivos. Gracias lectores por fumarse mis filosóficas quejas, se los quiere.
Atte, el Staff de HeadCrusherr.

2 comentarios:

  1. Mira ro, yo creo que existen SEGUNDAS oportunidades, pero solo cuando la persona hace el esfuerzo para demostrarte que si se la merece. Cuando le das una segunda oportunidad y esa persona la desperdicia no vale otra oportunidad por que significa que le chupas un huevo. Te lo digo por experiencia, y en mi caso no me vuelvo a enamorar ni por PUTAS. Es terrible el daño que te puede hacer la misma persona que era tu mundo, es increible como la persona que llenaba tu corazon tiene el poder de destruirlo. Esto es una mierda.
    atte. tu amiga la que te lookea como ozzy

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  2. Estoy de acuerdo, cuando alguien te ilusiona demostrándote que es buena persona & te caga, por algo lo hizo & no merece segundas oportunidades, a menos que demuestre que de verdad esta arrepentido/a.
    En el caso de novios, yo no le daría segundas oportunidades a nadie. Amigos puede ser, pero depende. Osea, fui amiga tuya por un mes & me cagas, jodete. En cambio una amistad de toda la vida se puede arreglar. Ok, esa fue mi humilde opinión, me encantó la entrada.

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