domingo, 25 de marzo de 2012

Desmotiva(me)

“(Me) DESMOTIVA... Que mi familia me diga que escribir no es más que una pérdida de tiempo y que sólo escribo boludeces sin sentido :(

A partir de este estado que puse el viernes en mi facebook, se me ocurrió que podía hacer una entrada para expresarme mejor y darme a entender un poco más para aquellos que no me conocen… Y bueno, para los que no lo vieron, ahora se enterarán:
En abril de este año, se cumplen dos años de que, por primera vez, expresé sentimientos e ideas en forma escrita y los hice públicos, ya que lo publiqué en las notas de facebook (cuando en ese momento las usaba). A pesar de que lo escribí como el orto y que, si hoy leo eso, me muero sólo de ver la forma de mierda en la que escribía, fue una cosa como nunca había hecho antes, ya que si me ponía a escribir, era para el colegio, o eran boludeces que después descartaba y tiraba, pero esta vez no fue así. En ese entonces, fue cuando mi mejor amiga del alma, quien se ocupó de leer esa nota de odio y comentarla, sugirió que me hiciera un blog. “No voy a tener nada que escribir”, “nadie lo va a leer”, “no sé como se usa”, “no le va a interesar a nadie” y “no voy a saber mantenerlo” fueron algunas de las cosas que le respondí a esa sugerencia (cosas que, al día de hoy siguen siendo ciertas… No todas), pero como ella tiene un poder de convencimiento tan fuerte y, si quiere algo, va a conseguirlo sí o sí, terminé por hacérmelo… Escribiendo pavadas, poniendo un par de fotos y colores, fue como el 31 de mayo de 2010, le di vida a headcrusherr.
Siguiendo con nuestro tema, el día viernes, recibí una crítica que me bajó un poco el espíritu escritor… “Escribir es una pérdida de tiempo, no te va a llevar a ningún lado”, “¿no tenés algo mejor que hacer? ¿No tenés nada que estudiar o leer?”. Siempre sale a la luz la excusa del estudio… Pero como sabrá la gente que me conoce, yo no soy de esas personas que estudian por estudiar; yo estudio cuando tengo lección o alguna prueba, no estudio en mi tiempo libre. Y bueno, generalmente, cuando alguien quiere estudiar música para dedicarse a ella es básicamente lo mismo, los padres dan respuestas desalentadoras que incitan a los chicos a no tocar más un instrumento y a dejar de lado lo que potencialmente, y con mucha práctica, podría ser un gran talento: “vas a desperdiciar tu vida y tu futuro”, “te vas a cagar de hambre”.
Yo creo, que si deseás hacer algo, los primeros que tienen que motivarte y darte aliento, son precisamente tu familia. Está bien, yo escribo mal, tengo faltas de ortografía, lo que escribo no es interesante, no logro atraer la atención del lector, no tengo 293847 seguidores, pero lo que hago yo lo hago por hobbie, porque me gusta hacerlo y me hace bien. No soy y nunca voy a llegar a ser una Borges, o una García Márquez, con suerte, voy a poder publicar un libro, y eso va a ser todo. No voy a vivir de esto, ni voy a estudiar nada relacionado, pero lo hago por pasión, porque es lo que me sale y lo que me gusta hacer. Demás está decir que si lo tengo que hacer obligada (como hacer un trabajo para el colegio), la calidad no es la misma; yo escribo mejor cuando el sentimiento es espontáneo.
 
Por ejemplo, cuando todos estaban poniéndose en pedo y revoleando el culo de norte a sur en la pista de un boliche nuevo, yo estaba tranquila, en la comodidad de mi habitación, escribiendo en mi blog no-virtual un texto al que precisamente titulé “5 razones por las que prefiero un recital antes que un boliche”, y no porque me vayan a pagar o porque vaya a recibir un mérito o un premio por escribir, sino por querer expresar lo que siento, por volver a escribir en ese cuaderno las cosas que me pasan y no tenerlo abandonado. Aparte, en ese cuaderno, yo tengo mis raíces de cuando empecé a escribir, cuando dije “ey, hay veces que me inspiro más escribiendo sobre papel que en la computadora” o cuando me inspiro y no tengo la pc, porque estoy en el colegio, yo me pongo a escribir en ese cuaderno… Para muchos es un cuaderno lleno de fotos y mamarrachos de colores, palabras sin sentido con fotos pegadas, pero para mí es mucho más, tiene mis inicios en la escritura y aunque sea una cosa que para muchos es nada, eso para mí tiene más valor que algunas personas… Escribo porque me gusta, me entretiene y me parece que es más sano que los vicios que tienen algunas otras personas. Yo ahí pongo lo que siento, lo que me pasa, lo que pienso, pongo mis broncas, mis emociones, mis alegrías, puteo contra la gente, me descargo, me expreso… Hasta empecé a hacer un álbum de recitales; busco un artículo en el diario (revista o donde sea, trato de no sacarlo de Internet) lo pego, y después me dedico a escribir un texto (el mínimo de ellos tiene como 3 carillas) diciendo cómo estuvo y cómo lo vi yo… Son cosas que se me dan por hacer y las hago por placer, simplemente.
Para cerrar: Gracias a aquellos que me dieron su apoyo y me alentaron a seguir; sepan que por más que no quieran y me digan que es malo, no voy a dejarme influenciar, ni mientras tenga media neurona activa y la imaginación fluya, no voy a dejar de escribir. Por más que no sea EL blog, este sigue siendo mi espacio y lo seguirá siendo hasta que lo cierre.

viernes, 23 de marzo de 2012

I'm fucked, fucked with W


Sí, para el que no entiende, eso significa “estoy jodida, jodida con W”, estoy jodida con W de Word… Verán, se me había ido la costumbre de hacer entradas chiquitas escribiendo pelotudeces, aclarando cosas de la entrada anterior, contestando (malgastando tiempo/número de entradas) los típicos comentarios ofensivos que son escritos de manera anónima, poniendo una o dos palabras o poner una sola foto. Pero esta vez, vengo a ustedes con una cuestión que, en las pasadas horas, estuvo por incitarme al suicidio por ingesta de clavos oxidados… Paso a contarle a usted, querido lector:
Usted sabe, como cualquier persona, que la confiabilidad que se le da a un archivo de Word cuando se lo cierra presionando la crucecita roja, es infalible… “¿Desea guardar los cambios efectuados en Documento1?”. La mayoría de las veces ponemos que no, porque no lo necesitamos, no es nada importante… Pero cuando se trata de un documento extenso, que te llevó tiempo hacer, lo primero que hacés (por si se te tilda la computadora o tenés equis problema) es guardarlo… Muy bien. En esta ocasión me encontré a mí misma, hace aproximadamente 24 horas, con una sorpresa no muy grata, que me hizo hervir la sangre… Estuve a punto de romper a patadas la computadora, de hacer papel picado el borrador en el que continúo la historia y también por poco que me agarra el ataque de culo esquizofrénico y arranco todos los posters de la pared. Pasa que, no sé como, casi por gracia y obra de algún padrino mágico medio forro, DESAPARECIÓ completamente una hoja que había escrito de la historia, del documento “mi primera historia corta”. No sé como pasó ni nada por el estilo, pero la cuarta hoja, escrita en tamaño 12, que tenía en ese documento, desapareció. Y los últimos, calculale, 6, 7 renglones, estaban constituidos por ideas viejas que se me ocurrieron en un primer momento, cosas que después borré para escribir  algo más. Lo sé lector, lo sé, es una terrible boludez lo que estoy haciendo, es algo que a usted no le interesa ya que es una bronca mía que a usted no le afecta, pero en este momento de frustración no me quedaba más que expresarme escribiendo un par de cosas… Aparte, informo que, por obvias razones, voy a tardar más en subirla; se me borró una parte re larga en la que tenía varias cosas del desarrollo, y como estoy más que re jodida, voy a tardar el doble, pero puedo dar un pequeño adelanto, sin contar cosas importantes: la historia está contada en primera persona, mi personaje se llama Rocío Alvarez (osea, soy yo) y transcurre en un futuro no muy lejano (mi edad ronda entre los 25 y 28 años, pero nunca se define). Mi mejor amiga se llama Magalí y mi mejor amigo se llama Alan (dos que tendrán renombre y habrá diálogos entre nosotros). La historia gira alrededor de la muerte de una chica que había sido compañera nuestra del secundario (María Rojas) y un tema nuestro que parecía haber quedado en el olvido… Demás está decir que el único personaje real soy yo, y que no está basado en lugares, gente o situaciones reales, es simplemente algo que me surgió mirando mil maneras de morir (osea que nada que ver) y me puse a escribirlo; hubo cosas que fueron surgiendo por el camino, detalles (soy muy detallista en esto) y hay unos extras que puedo agregar: mi personaje es muy fumador, tiene un ovejero belga llamado Burzum (el perro de mis sueños), le gusta la música y tiene muchos cd’s y con su mejor amiga, son casi idénticas… En fin, un poco de data no le viene mal a nadie, para aquellos que han estado invadiendo mi ask haciéndome preguntas sobre el tema… Ahora saben por qué no la voy a poder subir pronto.

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Ahora, dado a cosas recientes por las que he pasado, me gustaría despedirme de ustedes con un par de reflexiones, unas lecciones que me fueron enseñando la vida y las distintas ocasiones que se me fueron presentando en ellas…

Si das mucho, recibís el doble
Si das poco, recibís menos
Si das cosas buenas, te vuelven mejores
Si das cosas malas, te vuelven peores

Muchas gracias, y buenas noches

lunes, 19 de marzo de 2012

Roger Waters. Sábado 17 de marzo. Estadio River Plate.

 
Jamás en mi vida vi algo similar, y a pesar de tener apenas 16 años, dudo muchísimo que alguna vez en lo que reste de mi vida vaya a ver un espectáculo parecido a este… Sé que mucha gente, de todas las edades, dijo esto después del show, y lo van a hacer aquellos a los que les queda ir a las últimas fechas. En este preciso momento, me encuentro escribiendo a las 23:38 del domingo (independientemente de la hora a la que esto sea publicado), y ahora que me pongo a pensar, hace un día, faltaba alrededor de media hora para que un show de la puta madre cerrara con la caída del muro y el saludo final de los músicos… Son muchas las emociones por las que pasé, muchas cosas juntas se me vinieron a la cabeza, el corazón parecía que se me iba a salir, las lágrimas estaban peleando para salir también. Desde anoche que llegué de River estoy pensando en qué escribir en esta entrada para compartir con ustedes la ensaladera de cosas que me pasaron, pero realmente me cuesta, me está costando muchísimo y no sé cuánto tiempo o cuánto espacio me pueda llevar, porque la verdad es que… ¿Cómo puedo hacer para hablar de algo que me dejó sin palabras?
 
Escuchar esa canción que me voló el bocho cuando tenía menos de 10 años en vivo y en directo, con esos chicos en el escenario y la marioneta gigante del profesor; ver esos videos que me retorcieron los sesos, que me hicieron emocionar, que me pusieron la piel de gallina, como esa nena que corría emocionada a abrazar su papá (un soldado); ver ese chanchito volador gigante que recorrió el escenario de una punta a la otra y que pasó por las cabezas de muchos de los espectadores, que posteriormente fue destruido y descuajaringado por los fanáticos, como ese flaco que vi desde la platea, que corría feliz atravesando el campo agitando en alto la colita retorcida del pobrecito chancho que ahora era sólo retazos de goma; notar que de un momento a otro, lo que había empezado como algunos ladrillitos a los lados del escenario, terminó siendo una gigantesca pared que, como se iba llenando de a poco, difícil fue darse cuenta mientras uno seguía a la expectativa de lo que iba pasando sobre el escenario; ese nosequé tan raro que fue sentir que aviones y helicópteros te pasen justo por arriba de la cabeza; los fuegos artificiales combinados con la caída del avioncito… Y después de comerme ese pesado y casi infinito viaje en tren y colectivo (lo que se me antojó a mí infinito; imaginate que con la ansiedad y los nervios que tenía encima, esta última semana se me pasó a paso de abuela renga que sube el monte Everest por una escalera que baja), mientras la emoción me hacía caminar por las paredes, después de llegar en compañía de mi hermano y un amigo, después de sentarme en una de las plateas, después de pensar que frente a mis ojos tenía a un ex Pink Floyd, reaccioné y caí en la cuenta de que era la cuarta vez que entraba en la cancha de River (cagate de risa lector, yo soy de Boca) y nunca fui a mi cancha… Totalmente al margen de lo que iba diciendo, pero no por eso era menos importante… Aparte, gracias al señor Rogelio, supe lo que es la gloria de comer un paty hecho en la cancha, la cosa más tóxica que existe, pero no por eso no iba a ser rica.
Disculpen señores que me fui un poco por el lado de la pelotudez, pero tuve que decirlo. Siguiendo con el tema, agrego que fue una puesta en escena que requirió la participación de muchísima gente y fue un trabajo muy grande; desde el envolvente sonido, pasando por los efectos de las luces y la pirotecnia, hasta las increíbles marionetas y las producciones de video que pasaban en esas enormes pantallas. Todo estuvo tan bien hecho y tan bien preparado, que los miles que asistieron, se fueron con un excelentísimo recuerdo (sin contar fotos y videos, incluyéndome), ya que desde cualquier ubicación, desde los que estaban a un centímetro hasta los pobres diablos como yo que teníamos Sivori, se vio excelente y la calidad de sonido y video no varió según dónde se veía… Aunque, ahora que lo pienso, yo estando atrás de todo, no me perdí de NADA, porque tenía una hermosa vista panorámica, y pienso en los que estaban delante de todo, les habrá quedado el cuello como búhos... Yo, como siempre antes de asistir a un show groso, tuve esa sensación de “no existe el día después del recital…” es decir, no puedo creer que hoy, ya lunes, haya pasado una de las experiencias más geniales de toda mi puta vida… Y cuando pienso en las amenazas de mi vieja de no ir… Claro, como me quedaron dos materias previas, me decía “voy a venderte la entrada”, “no te voy a dejar salir de casa y no vas a ningún lado”, “te la voy a romper y te vas a quedar acá” y demás cosas que siempre inventa una madre para asustarte, como cuando eras chico, el hombre de la bolsa… Pero si yo no llegaba a ir, si no me dejaba ir por esa idiotez, podría haberme matado, aunque (buena noticia para los que no fueron), leí en una página de noticias que pronto saldrá un dvd (no sé de qué día o si es compilación, pero es lo que leí), una idea buenísima para los que no pudieron ir y para los que quieran revivir esa (o esas) noche (s).
En fin, no tengo mucho más para decir, fue sinceramente algo de no creer; una mezcla perfecta entre efectos de sonido, impresionantes reproducciones de video, enormes muñecos y excelente música. Si hay otra cosa que me gustó muchísimo y que me dio un brbrbrbrrbrb en el pecho, fue ver tantas generaciones diferentes… Había nenes chiquitos que iban con sus abuelos, familias enteras que iban, amigos, gente joven, gente grande, chicos… Ese es el poder de convocatoria que tienen grupos tan monstruosamente gigantes… Lo que demuestra, una vez más, que la verdadera música perdura AÑOS, sigue atrayendo a los viejos y se convierte en una nueva atracción para los más jóvenes. Me puedo morir tranquila sabiendo que vi en vivo a un ex Pink Floyd que me hizo sentir todo junto en un par de horas, pero no va a poder ser que yo lleve a mis hijos (ojalá) a ver a un recital así… Aún así, moriré feliz. Lo único que me queda por decir es:
THANKS ROGER

sábado, 17 de marzo de 2012

I’m invincible
You might say despicable
 
I’m unbeatable
My mind’s untreatable

lunes, 12 de marzo de 2012

Things I Love

AMO la buena música (aclaré, buena).
AMO las fibras de colores.
AMO tener una agenda personalizada con collages y fotos.
AMO el olor a pasto recién cortado.
AMO mirar películas de terror.
AMO leer sobre guerras, batallas y combates.
AMO escribir a mano… Escribir, de cualquier manera.
AMO los dibujitos viejos.
AMO cagarme de risa con mis amigas.
AMO el sonido que produce el saxo.
AMO las motos, las grosas.
AMO las uñas; cortas, largas, de colores, esmalte negro saltado… Me gustan.
AMO pintar con acrílico y témpera.
AMO a mi prima, tengo la mejor del mundo.
AMO los posters, tengo mi pieza minada de ellos.
AMO los tatuajes; no veo la hora de tener el mío.
AMO a los canadienses; son sencillos, copados y muy buena gente.
AMO a mi novio; es lindo, dulce, atento y me cuida.
AMO trasnochar y dormir hasta tarde.
AMO caminar por mi barrio por calles tranquilas.
AMO viajar y conocer lugares y personas nuevas.
AMO sacar fotos, y mi cámara se la re banca.
AMO ir a recitales. Más allá del show, estás con gente como vos.
AMO mirar partidos de rugby.
AMO mis Converse negras llenas de agujeros, son las mejores.
AMO pelear con mi hermano; siempre me termino riendo.
AMO el aire fresco de las mañanas veraniegas.
AMO las cosas dulces. Ahora saben por qué estoy tan gorda.
AMO a Dave Mustaine… Vaya secreto.
AMO mis ojos. Son los más comunes (marrones), pero me gustan.
AMO ir al Unicenter con mi vieja.
AMO a los perros; tengo debilidad por los cachorros, de cualquier raza.
AMO a los animales en general, me encantan los caballos y los reptiles.
AMO mi personalidad; resultado de años de experimentaciones.
AMO el pelo largo en los hombres.
AMO los caramelos; los ácidos y los sugus son mis favoritos.
AMO hablar en inglés; y me encantaría aprender sueco y alemán.
AMO el invierno; ni te cuento la nieve.
AMO tener mil documentos abiertos en Word y escribir paralelamente.
AMO viajar en tren; más cuando voy leyendo o escuchando música.
AMO mis remeras. No tengo una colección amplia, pero la amo y la cuido.
AMO cuando me miro el brazo y tengo mil pulseras.
AMO las tachas, más que nada en muñequeras y cinturones.
AMO hacerme baños de crema; me da placer cuando me lavo el pelo.
AMO los pañuelos a lo “Axl Rose”; tengo uno violeta y voy por el rojo.
AMO las cremas y los perfumes “haciendo juego”.
AMO los jeans rotos, flojos y gastados.
AMO las Lay’s de jamón serrano; son puramente adictivas.
AMO cuando me dicen mentiras y yo sé la verdad.
AMO putear.
AMO a los que viven a costilla mía y se creen grosos, idiotas.
AMO los anillos; más si tienen cruces o calaveras.
AMO a la gente estúpida que se cree una cosa y en realidad es otra.
AMO las tostadas con queso cremoso.
AMO los masajes; hacer y que me hagan.
AMO los capeletinis crudos… Fua, otra confesión secreta.
AMO los zombies.
AMO ir a Capital y recorrer lugares como la Bond, Pto. Madero, Palermo.
AMO cuando un bobo se desvive por insultarme; le importo demasiado.
AMO la comida que hace mi abuela; la mejor cocinera del mundo.
AMO recordar momentos de la infancia con fotos, videos, lugares o personas.
AMO las películas y series que traten sobre catástrofes, como 2012.
AMO tener el pelo largo.
AMO cuando alguien me discute de algo sobre lo que tengo razón.
AMO la historia y la psicología.
AMO tentarme y reírme sola viendo fotos de 9gag o una página similar.
AMO Ushuaia, no veo la hora de volver.
AMO llorar y descargarme con ESA canción de Nickelback.
AMO comer directamente desde la lata de atún; lo siento más rico.
AMO mi brillante teléfono calavera.
 
La próxima entrada es la historia, I promisse

Hoy me toca agradecer...


Estas cosas sólo se me ocurren a mí en la ducha… No sé si la inspiración me cae con el agua o la tengo adentro del jabónr, pero la cuestión es que llega y pega fuerte cada vez que me baño. Me tomó pocos minutos organizar la idea en mi cabeza para luego pasar a memorizarla, desde ese día (harán, dos días atrás) hasta este momento que me encuentro sentada frente a la computadora plasmando mis ideas. [Conste que no lo hago por una fecha o un motivo especial, simplemente lo medité con agua caliente y decidí que podría ser buen material].

GRACIAS a mis viejos:
Que todos los días se rompen el lomo laburando para poder brindarme una casa, educación, alimentos, ropa y la posibilidad de distenderme a mí y a mis hermanos. Que aunque no sean los más permisivos (al estilo de “me chupa un huevo lo que hacés”), quieran saber a donde voy, con quién o lo que hago, y que de vez en cuando tengamos alguna discusión fuerte o no le den importancia o no les guste las cosas que escribo, nos peleemos o algo por el estilo, ellos me cuidan, me educan y aunque yo piense lo contrario, siempre eligen lo mejor para mí… Después de todo, son los padres que me tocaron y estoy muy a gusto con ellos. Y a pesar de no gustarles la música que escucho o la forma en que me visto, nunca intentaron cambiarme o modificar mi forma de ser, aceptándome siempre tal cual soy.

GRACIAS a mis amigas:
Que además de ser como las hermanas que nunca tuve, tengo la suerte de contar con ellas con cualquier cosa que me pase. Compartimos risas, llantos, salidas, “pijamas partys”, momentos de reflexión, películas, chismes, enojos, confesiones y muchísimas cosas más… A pesar de la distancia que nos separa, de que no vamos al mismo colegio (caso de algunas), que nos veamos poco y hablemos a través de Internet menos, siempre me quedo tranquila sabiendo que si me pasa algo, necesito ayuda, un consejo, un oído comprensivo o una mano golpeadora, sé que cuento con las mejores minas que existen, y estoy feliz sabiendo que tienen el mismo apoyo en mí.

GRACIAS a mi novio:
Que día a día, me cuida, me defiende, me enamora y perdona las mil y una que me mando; siempre me enojo por pavadas y empezamos a discutir, o se pone celoso de algunos pajarracos que, se supone, andan revoloteando y pretenden cortejarme (?). A pesar de mi boludez, me tiene paciencia; me viene a buscar y me acompaña a mi casa cada vez que salimos; cuando me va a buscar a algún lado, siempre me espera (como esa vez que me esperó abajo de la lluvia dos horas cuando yo salía de particular); es dulce, caballero y siempre encuentra una forma para hacer que yo me sienta linda (cosa imposible, él la hizo posible). Me hizo volver a creer y borró para siempre este cliché estúpido de decir “todos los hombres son iguales”… Porque él es diferente.

GRACIAS a los barderos:
Que se preocupan tanto por mí, que gastan preciosos minutos de su tiempo en entrar a mis páginas (ya sea ask o blog) y empezar a decir cosas de forma anónima, como todo buen cagón, de manera tal que pretenden que me enoje, me ponga triste o me ofenda. Al margen de que las cosas que dicen son mentira, hacen que crezca mi ego; una persona que fervientemente me está acosando y diciendo x tipo de cosas para intentar tirarme abajo, hace que me sienta importante por la insistencia en decirme esas cosas y en hacerse notar… Una cosa que tengo que marcar en ellos, es la habilidad que tienen para hablar pavadas y quererme hacer sentir algo que no soy, un aplauso.

GRACIAS a los falsos e hipócritas:
Que al demostrarme la clase de mierda que realmente son, me hayan ayudado a sacarlos definitivamente de mi campo de amistades y/o de personas deseables. “Siempre el fin de una cosa, significa el principio de otra”; es por eso que cada vez que saqué a un hipócrita de mi camino, apareció alguien mil veces mejor, y es algo que al día de hoy sigue pasando. Muchos de ellos, quienes pensé que podían ser amigos o amigas, se pisaron solos y de a poco dejé de darles importancia hasta que al final desaparecieron, si no es que lo hicieron ellos por cuenta propia. Admiro de ellos la capacidad que tienen para mentir y hacerse pasar por una persona que no son, siempre luciendo una hermosa careta que cubre la mierda que son en realidad. Un besito a ellos.

Ahora con dos seguidoras más, tengo que empezar a subir más seguido. Gracias a ellas, volví a preocuparme un poquito más por mi blog.  See ya!

viernes, 9 de marzo de 2012

Bueno gente, mis fieles seguidores (con o sin cuenta en blogger), sé que muchos de ustedes pensaron que tengo mi blog en el abandono… Lo cierto es que sí, no estuve escribiendo estos días, pero el hecho de no hacerlo no quiere decir que lo haya dejado. Verán:
Aparte de disfrutar a full mis últimos días de vacaciones (las cuales quedan para el recuerdo), estaba falta de ganas de publicar, pero no de escribir; me inspiré y estoy escribiendo mi primera historia corta, la cual surgió un día de muchísima inspiración (y que poco y nada tiene que ver con la realidad y mi entorno del día a día, por las dudas). Como dije y prometí, hoy, viernes, a la noche, o según diferencia de un par de horas, madrugada del sábado, la voy a publicar. No es la gran cosa, pero es la primera historia que hago, y estoy feliz y orgullosa de eso. Y bien, para cuando termine y/o tenga tiempo y/o inspiración y ganas, tengo varios documentos guardados con distintos nombres sobre temas que me interesan y empecé un borrador, pero jamás terminé… Después de terminarlos, releerlos y corregirlos, los voy a, finalmente, publicar.

Por otra parte, la revista barrial que recibo mensualmente, está organizando (como lo hace siempre) un concurso literario en el que lectores de la misma y aspirantes a escritores (como yo) pueden enviar y compartir sus creaciones. En este caso, se trata de historias que “pudieron haber ocurrido pero no ocurrieron en Ciudad Jardín o El Palomar”. Adivinen; su anfitriona se decidió a participar y a partir del mes de abril, cuando me llega la revista con las consignas y bases, empezará a escribir la historia que, aunque no fuera elegida y luego publicada en la revista (como creo que será), va a publicar en el blog y a compartirla con vosotros.

Por ooooootra parte (seccionar la entrada mode on) también verán que le hice un par de cambios al blog, como el fondo o el color de algunas letras. Probablemente lo siga haciendo porque me aburrió un poco el diseño viejo, y con renovarlo un poco, capaz le alzo un poco más el espíritu. Ahora veo si le cambio la cabecera y le agrego/saco alguna que otra foto del gadget. No sé por qué no hice esto en época de vacaciones, pero se me dio por hacerlo ahora, ya que mi seguidora #83 me levantó un poco más el ánimo… Y bueno, entre boludez y boludez, se me pasó una hora de escritura y no lo puedo creer. Gracias por su atención queridos followers, ustedes hacen a mi blog.