lunes, 21 de enero de 2013

Receso aquí, receso allá...

…Un receso te encontrarás
Hola qué tal, muy buenas tardes (o días o noches) a todos los que me leen. Hacía mucho que no escribía algo “hablando” con ustedes, así que acá va. Espero que estén disfrutando de sus vacaciones. Están los que ya se fueron, los que se fueron y se vuelven a ir, los que todavía no se fueron, y los que se quedan en casita. ¡Que no decaiga che!, mientras tengas algo interesante que hacer, no importa si te quedás en tu casa, después de todo, NUNCA pasa eso de “no tengo nada que hacer”, y si alguna vez alguien lo dijo, es mentira. Yo por ejemplo, no me fui, y hasta recién estaba entretenida con unos hashtags de twitter (y hasta que me dieron el puto limit) #IronMaidenProblems, #MetallicaProblems y #MegadethProblems.
Ahora, y antes de irme a la casa de mi prima (y que baje un poco el sol, sino, muero calcinada), paso a contarles la idea “central” de esta entrada. Como bien todos saben (por las dudas lo aclaro, ya que no sólo hay lectores argentinos), estamos de vacaciones. Cada quien aprovecha al máximo su tiempo de ocio haciendo lo que más le gusta, o simplemente, descansando. En mi caso, diciembre fue un tira y afloje entre el estudio y el ocio (lo que significa, no salidas, dormir hasta tarde y estar todo el día en casa, o en su defecto, en la profesora particular). Una vez terminado eso, y después de las fiestas, llegó mi fabuloso enero. Ya el segundo día empezaron mis salidas, yendo a la Bond Street con Cami y Guada. Después siguieron días de sol, pileta, cumpleaños, salidas con mis amigas y mi novio. Enero es más para salidas y ocio, diciembre es exclusivo para descansar y bajar un cambio, después de 9 meses de actividad (así estudies o trabajes). Como dije un poco más arriba, espero que todos estén disfrutando de su tiempo de ocio, y aquellos que tengan que estudiar para dar exámenes en febrero, que traten de combinar el tira y afloje estudio-descanso, para no terminar en marzo con el stress típico de noviembre, porque sino, empezás el año para atrás Y hablando de eso, me entristece saber que este es mi último año escolar.
Siguiendo con el tema “central” (y esta vez sí que no me voy por las ramas), lo ligo con el título. Recesos. Les cuento, que muchos blogs que sigo/leo cada vez que actualizan, o en su defecto, esporádicamente, dicen que se toman algo así como un descanso. Que por el mismo tema de las vacaciones, van a dejar de escribir Yo entre mí, leo y digo “¿Cómo pueden?”. Yo no dejo de escribir con la excusa vacacional. En el único momento en que no escribo (y no es porque no quiera, sino porque no tengo un medio) es en dos ocasiones: cuando me VOY de vacaciones; no cuando “estoy”, porque si estoy en mi casa lo sigo haciendo, pero si viajo, no me llevo la computadora y por consecuente, no puedo escribir/publicar, y cuando estudio. En la época de finales, estaba con el culo apoyado desde que llegaba del colegio hasta que me iba a dormir, leyendo, resumiendo, resaltando, anotando Nuevamente les digo, no es porque yo no quiera escribir lo que yo quiero, sino porque no puedo. En esas épocas, cuando tengo un ratito libre, es para dormir, o seguir repasando.
En estas ocasiones me pongo a pensar Yo en mi vida pasada habré sido Borges, Tolkien, Poe, Dickens o alguno de esos. Menos poemas y canciones, puedo escribir cualquier cosa, y bastante bien debo decir (y lo digo sin presumir). Cosas reales, fantásticas, anécdotas, ficciones, relatar sueños y demás Yo no puedo dejar de escribir “porque sí”, o por estar de vacaciones. Yo no soy escritora, ya que me falta muchísimo para ser una de verdad, corregir errores, modificar técnicas y demás. Pero tengo alma de, y algún día lo seré; sueño con publicar un libro. Cuando estoy inspirada y no dispongo del medio para hacerlo (ya sea una computadora o un cuaderno), les juro que sufro. Escribo la idea en una nota de mi celular, o en donde sea. Una vez llegué a escribir el borrador de una entrada en un individual de papel, en un restaurante. Escribí en servilletas, márgenes de diarios, las últimas hojas de los libros, hasta en la piel Qué se le va a hacer, cuando una buena idea aparece, no hay que dejarla ir.
En fin, quería comentarles eso nomás. Ah, y el hecho de que publique menos, no significa que entré en receso (aunque, en el caso de irme de vacaciones, forzadamente lo tendré que hacer); pasa que estoy más ‘afuera’. Leo más, salgo más, estoy en la pileta, tomando sol, saco a pasear a mi perro Resumiendo, logro distenderme un poco del stress permanente de estar atrás de una pantalla, pero en ningún momento voy a dejar de escribir. Sin más que eso, los saludo cordialmente. Que sigan disfrutando, y una vez más, gracias por leer.

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