domingo, 13 de julio de 2014

Fiebre mundialista II

La argentinidad más al palo que nunca

Acá es donde vengo a reparar exclusivamente en los argentinos. Que pueda aplicarse a otras personas en otros países, bien, pero yo, al ser argentina, quise centrarme en lo que es mi país. Voy a hablar tanto de los hinchas, como los ciberhinchas (era inevitable que los dejara afuera) y en las publicidades de diversas marcas y empresas, que TANTO resaltan el gran espíritu argentino (nótese el sarcasmo) por estos días. Sé que me voy a comer unas cuantas puteadas, ya que gente obtusa hay siempre, pero bueno, lo que están por leer son cosas que siempre dije, siempre pensé, y ahora que pude, lo organicé para publicarlo y darlo a conocer entre las personas que me leen.
Voy a empezar con el “sector” que sé que no voy a ofender (bah, no son personas físicas, por eso no me importa… En realidad si eran personas físicas tampoco me iba a importar), con lo más light de la entrada.
Publicidades, propagandas, avisos publicitarios. Las empresas, marcas, diferentes compañías que expresan su “argentinidad” (riámonos, algunas de ellas son multinacionales) alentando a la selección con spots que, tengo que admitir, son bastante emotivos. Es acá donde quiero hacer hincapié. Todos sabemos que Coca-Cola es una de las marcas más grandes y reconocidas del mundo. Sus canciones mundialistas son muy pegadizas (quien se acuerde de la canción de las manitos de Alemania 2006 va a entender) y siempre dejan un muy bonito mensaje, por más que sea sólo una máscara para el país donde están, pero me causa mucha gracia que Manaos (no el Estado de Brasil, sino la bebida nacional que le quiere hacer competencia) tenga un complejo de inferioridad tan grande que, en cada publicidad que hacen, tienen que darle con un caño a Coca. Claro, sabemos que es una multinacional y que van a alentar por el país en que estén, pero hacer ciertos tipos de spots dan vergüenza. A mí me dan vergüenza. Bueno, retomo. No voy a reparar en todas porque sino, no termino más, pero recuerdo la de Personal (telefonía móvil por si alguien no sabe) diciendo boludeces, como siempre, y el aviso termina con un “Los argentinos, más argentinos que nunca”… Sin palabras… ¿Realmente alguien puede llegar a pensar que soy más o menos argentina por apoyar a una selección nacional? ¿Alguien va a venir a darme un premio por ponerme la camiseta y salir a la calle? Que ni siquiera es la única, es la de fútbol… No tengo nada en contra de ello, por el contrario, a mí me gusta, pero hay otras cuestiones que también se dejan afuera. Digamos, también fue el mundial de hockey hace no mucho, y seguramente muchas personas ni se enteraron, porque están todos centrados en darle más importancia al fútbol que otra cosa. No vi publicidades ni spots ni nada parecido… Conclusión, todas estas marcas y compañías te dicen que si alentás a la Argentina (sólo en el fútbol) sos más argentino… Y bueno… Si resulta que no te gusta el fútbol, o no te interesa, o no tenés la banderita en tu casa SOS UN SIN PATRIA Y SEGURO SOS INGLÉS (capten el sarcasmo).
Ahora quiero hacer un pequeño comentario sobre los caretas… Odio esa palabra, pero no encuentro ahora un adjetivo mejor para describirlos. Esos que no saben de qué color es la bandera, no tienen idea lo que es una escarapela, PERO CUANDO JUEGA ARGENTINA SE PINTAN HASTA EL CULO DE CELESTE Y BLANCO, se compran camiseta, camisetita, bandera, banderita, gorro, trompeta, corneta, bombo… Y una vez que termina el mundial SE OLVIDAN de los colores patrios y vuelven a arrumbar todo en un cajón hasta dentro de 4 años. Y OJO, sólo conocen a Messi. MESSI MESSI MESSI, es de la gente que el equipo es Messi y el resto. Lepra me provocan. No sé si es por querer aparentar, o qué, pero son tan o más irritantes que los ciberhinchas. Esos son hipócritas, ¿saben por qué? Porque son los que en los actos del colegio no cantan el himno; se ríen y juegan con el celular, muchas veces no saben a qué se deben los feriados nacionales o si les mencionás personas como Roca no tienen idea si estás hablando del billete de 100 pesos o de una piedra… Estos son los que realmente me enervan, y me dan vergüenza que sean argentinos como yo.
El siguiente grupo de estudio se centra en los ciberhinchas. Es acá donde sé que voy a ligar alguna que otra puteada (ojo, por decir la verdad a mis ojos), pero no me importa, es simplemente explayar lo que pienso, y seguramente muchos otros opinen como yo. Son seres insoportables. Son pesados. Densos. Repetitivos. Son esas personas que a nadie le gustaría tener en una red social, ya sea siguiéndolo o como amigo, son esas personas que me violentan con facilidad y me irritan. Será que por estos días yo evité ver los inicios tanto de twitter como de facebook (en instagram no es tan terrible la cosa, ya que son fotos y es más lindo ver lo que ponen, no resulta pesado), que es más que nada por donde abundan, porque sino me pongo de mal humor muy fácil. No es por hacer diferencia, pero las que más me molestan son las mujeres. Cuestiones de piel, no se ofendan, acuérdense que por muy poco que parezca, yo también soy una mujer. En fin, este tipo de gente es el que dice TODO, twittea TODO, tira estados de TODO, expresando cosas que, quienes estamos mirando el partido, sabemos que pasa. “GOOOOOOOOOOOOOOOOOL”, “FUE PENAL PELOTUDOOOOO”, “LA CONCHA DE TU MADRE ESTABA ADELANTADO”, “HIJO DE PUTA PATEÁ BIEN LA CONCHA DE TU MADRE”, “FULANO, ¿TENÉS DOS PIES IZQUIERDOS?”. Lo peor no es que tira un estado/tweet expresando indignación o felicitando a la figura del equipo (como pasa muchas veces, y me encanta), sino que SE ENCARGAN DE ESCRIBIR ABSOLUTAMENTE TODO LO QUE VEN, TODO LO QUE PASA, TODO LO QUE PIENSAN, ABSOLUTAMENTE T O D O. Hacerlo una vez, o de la bronca, o de la alegría, perfecto, pero, ¿ya pasar a hacerlo siempre? ¿Todo el tiempo? No man, cansa. ¿Pensaste en estudiar periodismo deportivo? Esa gente termina de eso. Antes de terminar, quería comentarles que, inicialmente, este último espacio lo iba a usar para escrachar a los ciberhinchas que tuve la desgracia de fumarme estas últimas semanas (como les dije antes, la gran mayoría son mujeres). Pero decidí no hacerlo. Más que nada porque, primero, tenía que pedir permiso para publicarlo. Eso no es lo que importa, ya que si no me lo daban era muy probable que lo publique igual, el tema es que después tengo una horda de vaginas arenosas quejándose y diciendo que los hice quedar como los pelotudos que son, y no tengo ganas. Pero, si se fijan en alguna de sus redes, apuesto que por lo menos a una de estas personas van a encontrar.
Ahora voy a hablar de los hinchas. Esos son los fanáticos, los “locos y enfermitos”. Los que siguen a su equipo a sol y sombra, los que siguen cábalas y hacen promesas, los que festejan como si no hubiera un mañana y lloran como bebés si llegan a perder. Los que sienten que la pasión se lleva adentro, no en una camiseta o un gorro. Ni hablar los que van a la cancha (claro, no todos tuvimos esa suerte. Por eso no es una crítica, es un comentario), de Argentina o de donde sea, esos que se pintan y se lookean para hacerse ver y llamar la atención, que gritan y se emocionan, es un espectáculo. En el caso de mi casa, por ejemplo, mi papá y mi hermano mayor hace años que van a la cancha. Les encanta el fútbol. Pero el tema de ver un partido con un hincha tan ferviente es ese… La pasión, los nervios y la emoción muchas veces juegan en contra. No por nada a veces prefiero ver los partidos sola y gritar/enojarme/violentarme sola que estar con alguien. Con ellos es igual. Entendiendo que son hombres y que el fútbol es importantísimo para ellos, les es inevitable ponerse nerviosos con cosas como estas (comentario al margen, mientras escribo esto se vive la previa de la final entre Argentina y Alemania). Si la otra vez con los penales de Holanda se pusieron nerviosos, ahora no sé… A mí me pasó de tener que levantarme e irme porque NO PUEDO VER cuando otro se pone nervioso, me pongo más nerviosa. Y será que vivo en un barrio que también es futbolero, son todos hinchas apasionados, pero me acuerdo cuando fue el partido con Bélgica (creo que fue Bélgica) yo volvía de la facultad… No había NADIE en la calle, pero literal. Las avenidas principales vacías… Y yo no tuve mejor idea que poner AC/DC al palo e ir bailando por el medio de la calle. El argentino tiene eso de ser apasionado, y es una de las cosas que más me gusta de mi país.

Para finalizar, quiero hacer un comentario de los que son todo lo contrario: los anti-argentinidad, los que se la pasaron criticando todo, TODO para mal, al fútbol, a los hinchas, los partidos, a los estados, a los tweets… Quiero que sepan que dan tanta bronca como cualquier otro pelotudo que abunda por internet. Alégrense, en un par de horas termina toda esta fiesta mundialista y personas como ustedes van a dejar de romper las pelotas con sus quejas.

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